La alimentación durante el primer año de vida tiene un papel esencial por las repercusiones futuras que puede tener en el desarrollo del niño. También es importante porque los hábitos alimentarios empiezan ya a establecerse en esta etapa y , sean correctos o no, seguramente se mantendrán en el futuro. Durante esta etapa la alimentación de los niños perseguirán los siguientes objetivos:
- Favorecer el desarrollo y crecimiento adecuados.
- Establecer unos hábitos de alimentación que puedan prevenir enfermedades que tengan relación con la nutrición a lo largo de su vida.
- Evitar cualquier tipo de malnutrición ya sea por exceso o por defecto.
Diferentes entidades (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación, Academia Europea de Pediatría y Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Nutrición y Gastroenterología Pedriátrica ESPGAN) establecen unas recomendaciones que se adaptan a las siguientes etapas(1,2,3):
- Periodo de lactancia: durante esta etapa, la leche constituye el único alimento ya sea humana o artificial y va desde el nacimiento hasta los 4-6 meses. En esta fase el lactante puede succionar y deglutir pero todavía no ha desarrollado la capacidad para poder digerir algunas proteínas. Todavía no están completamente desarrollados los riñones.
- Periodo de destete, transición o Beikost: a partir del quinto o sexto mes de vida se irán introduciendo poco a poco alimentos no lácteos de forma que se evite alterar el ritmo de maduración del aparato digestivo, de los riñones o del desarrollo neuromuscular.
- Periodo de maduración digestiva: en esta etapa la alimentación se va a ir adaptando a la capacidad digestiva y desarrollo fisiológico, introduciendo nuevos alimentos de forma paulatina. Se irán desarrollando sistemas enzimáticos que van a permitir una digestión completa de los alimentos más complejos(2).
Necesidades energéticas y de nutrientes
Durante el periodo neonatal el crecimiento y desarrollo se van a realizar muy rápido y los niños tienen que duplicar el peso a los cuatro meses y triplicarlo en el primer año, por lo que los requerimientos tienen que ir de acuerdo a este crecimiento. También hay que tener en cuenta los cambios en la composición corporal, ya que en los primeros meses aumenta la masa grasa (en los primeros seis meses representa el 25% del peso corporal) y en los siguientes seis meses se va produciendo un mayor incremento de la masa magra corporal.
- Energía: la leche materna cubre las necesidades energéticas hasta los seis meses, pero a partir de ahí podrían producirse carencias en algunos nutrientes (1,4). Se aconseja un ajuste de energía de 108 kcal/kg/día en los primeros seis meses y 96 kcal/kg/día entre los 6 a 12 meses(4). Las grasas representarían el 50-54% de la energía, los hidratos de carbono entre el 36-40% y las proteínas el 7% de la energía(4).
- Hidratos de carbono: el hidrato de carbono principal en la leche materna es la lactosa y en algunas fórmulas artificiales se cambia por la dextrinomaltosa(2). Representan el 30-40% de la energía total consumida durante los primeros meses y al año aumentan hasta alcanzar los valores de 55-60% del valor calórico total, valor que se da en los adultos. La galactosa (monosacárido de la lactosa) es indispensable en los primeros meses de vida porque participa en la síntesis de galactocerebrósidos cerebrales (forman parte de las membranas del tejido nervioso). La sacarosa debe quedar excluida hasta al menos los 6 meses de edad, evitando su incorporación como aditivo hasta no haber cumplido un año. El gluten se introducirá a partir de los 4 meses y no más tarde de los 7(4). Las primeras tomas pueden ser de 1-2 cucharaditas por cada 100 ml comprobando la tolerancia, hasta las 5-7 cucharaditas/100ml (4). Las verduras se ofrecerán a partir de los 6 meses y en forma de puré. Deben evitarse espinacas, col y remolacha en los primeros meses ya que pueden causar metahemoglobinemia por su contenido en nitratos, pudiéndose introducir a partir del año de vida(4). El aporte de fibra no está indicado para menores de un año, ya que al tener gran volumen con escaso valor calórico, podría conducir a malnutrición(1,4). Las frutas se suelen administrar primero en zumo y a cucharaditas para evitar la costumbre del biberón con zumo azucarado y prevenir la caries (caries del biberón)(4). Es aconsejable ir introduciendo la fruta fresca una a una a partir de los 6 meses de edad para comprobar su tolerancia(4).
- Proteínas: un aporte excesivo de proteínas en los niños pequeños puede representar un peligro ya que aumenta la carga renal de solutos (lo ideal sería un 14% aproximadamente sobre el valor calórico total). Esto nos llevaría a un incremento de urea y de aminoácidos como la fenilalanina, que podría conducir a acidosis metabólica e hiperaminoacidemia (alta concentración de aminoácidos en el torrente sanguíneo) (5). A parte de los aminoácidos esenciales generales, hay otros aminoácidos que también son esenciales y que deben aportarse a través de la alimentación: histidina hasta los seis meses y la cistina en el recién nacido ya que interviene como precursor de la taurina, aminoácido con un papel esencial en el desarrollo cerebral(5). Los aminoácidos esenciales deben suministrar aproximadamente el 40% de las proteínas totales en el recién nacido(6).
- Grasa: la Sociedad Europea de Nutrición y Gastroenterología Pediátrica (ESPGAN) recomiendo que en el primer año de vida se proporcione de 4-6 g de grasa/100ml de fórmula láctea (40-55% del aporte calórico total)(7). Se recomienda la ingesta de 0.2g/kg de ácido linoleico en lactantes y se considera aconsejable que la proporción entre ácido linoleico y linolénico sea de 10, como en la leche materna(8).
- Agua: el contenido corporal de agua en los niños varía desde el 80% en los recién nacidos hasta el 60% en niños mayores y adultos. Las necesidades diarias medias son de aproximadamente 150 ml/kg de peso aunque hay que tener en cuenta las variaciones con la temperatura, la carga de solutos en los alimentos y las pérdidas anormales de líquidos(9).
- Calcio, fósforo y magnesio: la capacidad de absorción del calcio cuando el niño es alimentado con lactancia materna es del 75%, mientras que cuando la alimentación es artificial la absorción del calcio estaría entre un 20-50% (10). La relación de calcio y fósforo debe ser de 1.3/1 durante los primeros seis meses y de 1.2/1 hasta un año. No existen datos definitivos sobre requerimientos de magnesio pero se recomienda en general la ingesta en los primeros seis meses de vida de 30 mg/día y 60 mg/día a partir de esa edad(10).
- Vitaminas: los niveles de vitamina K en los recién nacidos son muy bajos, por lo que se aconseja administrar 0.5-1 mg en el recién nacido(10). Después, hasta los 6 meses 5 mcg al día y en los mayores de 6 meses 10 mcg. También se requiere una suplementación de vitamina D desde el nacimiento hasta los 6 meses de 7 mcg/día ya que la leche materna es deficitaria en esta vitamina(10).
Si tienes cualquier duda o necesitas ampliar la información, puedes ponerte en contacto con nosotros.
Bibliografía
1. FAO. La alimentación de los niños de 0 a 6 meses[Internet]. [consultado 9 marzo 2020]. Disponible en: http://www.fao.org/3/y5740s/y5740s10.pdf
2. Grupo de gastroenterología pediátrica. Alimentación del lactante y del niño de corta edad[Internet]. Madrid: Guías conjuntas de Patología Digestiva Pediátrica Atención Primaria-Especializada. 2019 [consultado 12 marzo 2020]. Disponible en: http://www.ampap.es/wp-content/uploads/2019/04/Alimentacion-del-lactante-y-del-ni%C3%B1o-de-corta-edad.pdf
3. Jiménez Ortega A , Martínez García R , Velasco Rodríguez-Belvis M, Ruiz Herrero J. De lactante a niño. Alimentación en diferentes etapas[Internet]. Nutriión hospitalaria;2017[ consultado 12 marzo 2020]. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v34s4/01_jimenez.pdf
4. Lázaro A, Martín B. Alimentación del lactante sano[Internet]. SEGHNP, AEP. [consultado 12 abril 2020]. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/alimentacion_lactante.pdf
5. CMR Institute. Requerimientos de aminoácidos de lactantes y niños[Internet].
. Disponible en: https://www.cmrinstitute.org/nni/espanol/content/module2/groups/16.html
6. Carbajal A. Manual de nutrición y dietética [Internet]. Madrid: UCM;2013 [consultado 1 abril 2020]. Disponible en: https://eprints.ucm.es/22755/1/Manual-nutricion-dietetica-CARBAJAL.pdf
7. Guía práctica en pediatría de atención primaria. Diagnóstico del déficit nutricional y su tratamiento en menores de 3 años[Internet]. [consultado 1 abril 2020]. Disponible en: https://www.sepeap.org/wp-content/uploads/2015/10/Guia-Pr%C3%A1ctica-en-Pediatria-de-Atenci%C3%B3n-Primaria.pdf
8. Matencio E., Abellán P, Romero F. Funcionalidad y recomendaciones nutricionales de ácidos grasos esenciales y sus derivados en la alimentación del lactante a partir de los 6 meses de edad [Internet]. Enfermería Global;2012 [consultado 4 abril 2020].
. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/eg/v11n25/revision4.pdf
9. Doldán O. Hidratación parenteral en pediatría. Pediatr.(Asunción).2009;36(2). Disponible en: http://scielo.iics.una.py/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1683-98032009000200007
10. Problemática nutricional en diversas etapas de la vida. En: Magíster Universitario en nutrición y dietética para la promoción de la salud. Madrid: Universidad Complutense de Madrid;2012.